Translate

lunes, 6 de julio de 2015

Albert y los baobabs

Leyendo una noticia sobre la purga, que al parecer está haciendo Ciudadanos dentro del parido, me ha venido a la memoria uno de mis pasajes favoritos de El Principito, el que habla sobre el drama de los baobabs.

En el planeta del principito había, como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas. Por consiguiente, de buenas semillas salían buenas hierbas y de las semillas malas, hierbas malas. Pero las semillas son invisibles; duermen en el secreto de la tierra, hasta que un buen día una de ellas tiene la fantasía de despertarse. Entonces se alarga extendiendo hacia el sol, primero tímidamente, una encantadora ramita inofensiva. Si se trata de una ramita de rábano o de rosal, se la puede dejar que crezca como quiera. Pero si se trata de una mala hierba, es preciso arrancarla inmediatamente en cuanto uno ha sabido reconocerla. En el planeta del principito había semillas terribles… como las semillas del baobab. El suelo del planeta está infestado de ellas. Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar.

"Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta. Hay que dedicarse regularmente a arrancar los baobabs, cuando se les distingue de los rosales, a los cuales se parecen mucho cuando son pequeñitos. Es un trabajo muy fastidioso pero muy fácil".

Al igual que en el planeta de El Principito, en Ciudadanos, el planeta de Albert Rivera, se han plantado muchas semillas, la mayoría de ellas buenas y tal y como se ha visto, algunas no tanto. Las semillas, al igual que los militantes, no siempre son fáciles de conocer hasta que no asoman sus brotes y por eso hay que dejarlos crecer durante un tiempo prudencial, para saber si son un rosal o una mala yerba que disminuye el crecimiento de la buenas y que aun peor se puede convertir en un terrible baobab que haga estallar el partido.

Ciudadanos debe de seguir siendo riguroso con la limpieza del partido y arrancar las malas yerbas en cuanto se detecten. Y aunque es un trabajo fastidioso que no todos entenderán y del que algunos tratarán de sacar rédito, nos va mucho en el envite